Cada vez que me preguntan cuál es mi viaje favorito, siempre pienso en Grecia. Aunque cada destino tiene su encanto, Grecia no solo fue el primer país europeo que visité, sino también el primer viaje que hice con mi silla de ruedas, lo que lo hace aún más especial. La emoción de hacer mi primer viaje largo, de saber que estaba al otro lado del mundo, de escuchar un idioma diferente al español o al inglés, de probar nuevas comidas, de conocer otra cultura... todo, absolutamente todo en ese viaje, fue mágico.
Mi mayor preocupación siempre fue: ¿podré recorrer estos lugares con mi silla de ruedas? Tenía muchas dudas, así que le pregunté a personas que ya habían viajado allí. Todas me decían: “Es imposible que vayas en silla de ruedas, no es opción para ti, no lo lograrás”, etc. No encontraba información sobre accesibilidad y literalmente, todo estaba en mi contra.
No les voy a negar que me frustré un poco porque Grecia era un destino soñado para mí. Por eso, decidí buscar la forma de hacerlo posible. Empecé a ver fotos, videos e imaginar cuán complicado (o no) podría ser. Me preguntaba: ¿cómo hacen las familias con coches de bebé para visitarlo? Sé que un coche de bebé jamás se compara con una silla de ruedas, pero tienen ciertas similitudes, así que comencé a buscar videos sobre cómo viajar a Grecia con niños, y eso me dio claridad.
Finalmente, tomé la decisión y compré los pasajes. Nos fuimos por 10 días y visitamos Atenas, Santorini y Mykonos. Algo que NO recomiendo para los pacientes con esclerosis múltiple es viajar en el mes de agosto, como hice yo. El calor era insoportable, y recordemos que esto puede causar fatiga y debilidad. Por lo tanto, intenta visitar Grecia en meses más frescos. Aquí te comparto mi itinerario general de mi visita a Atenas y mis recomendaciones.
Atenas (3 días y 2 noches)
Día 1: Llegada a Royal Hotel Athens.
Este hotel tiene excelente ubicación, a solo unos pasos de varios lugares de interés y es cómodo y accesible. Una vez hagas tu reservación, te recomiendo que te contactes directamente con el hotel, ya sea por correo electrónico o por teléfono y les expliques tus necesidades y que utilizas una silla de ruedas. De esta forma, te asegurarás que te asignen la habitación adecuada para ti.
Este rooftop ofrece una de las mejores vistas al Acrópolis, especialmente de noche. En cuanto a la accesibilidad, el lugar cuenta con un elevador, pero es bastante pequeño, apenas cabe una persona más conmigo y la silla de ruedas. El mismo te deja en el primer piso del restaurante. Para llegar al rooftop, hay escaleras que pude subir con ayuda, dejando mi silla de ruedas abajo. Así que, toma todo esto en cuenta a la hora de visitarlo.
Exploración Nocturna:
Luego de cenar, salimos a caminar para explorar el área, y descubrimos que es fácil recorrerla en silla de ruedas. La vida nocturna es muy activa, con muchos lugares para comer, beber y ver artesanía, y los sitios cierran tarde. ¡Tienes que probar los gyros, son una delicia!
Día 2: Visita al Acrópolis
Transporte: Nos movimos en Uber del hotel al Acrópolis. Es importante que informes al conductor que te deje lo más cerca posible de la entrada, ya que no es muy común ver personas en silla de ruedas en esa área, y a menudo no saben que pueden dejarte más cerca. Mi silla de ruedas es plegable, por lo que no necesito transporte con rampa.
Accesibilidad: Tenía muchas dudas sobre visitar el Acrópolis porque todo lo que veía en fotos parecía muy rocoso e inaccesible. Sin embargo, me sorprendió mucho el descubrir que es accesible, con elevador y caminos anchos y planos. La entrada es gratuita para la persona con discapacidad y un acompañante. Asegúrate de llevar tu ID o carnet de persona con discapacidad, ya que te lo pedirán.
Luego nos dirigimos al Museo del Acrópolis. Aunque no soy muy amante de los museos, este me dejó sin palabras. Es enorme y tiene vistas al Acrópolis. Las personas con discapacidad no hacen fila y entran gratis al igual que un acompañante. Es importante que lleves contigo el ID o carnet de discapacidad. Este lugar es completamente accesible. ¡Te encantará!
Descanso:
Como les había contado, viajé en una época en la que se registró la temperatura más alta en años. A pesar de todas las medidas que tomé para protegerme del sol, como usar gorros, sombrilla y paños mojados, ya me sentía fatigada, cansada y débil. Así que decidimos regresar al hotel para descansar y recargar energías para continuar con el día.
Visita a Little Kook:
Después de un descanso muy necesario, nos cambiamos y visitamos Little Kook.
Si te encantan las fotos y lo dulce, este lugar es para ti. Es un rincón mágico donde podrás disfrutar de algunos de los mejores helados. El lugar cambia de decoración con cada estación del año, y lo mejor es que puedes ir cómodamente en tu silla de ruedas. Siempre es una experiencia diferente visitarlo.
Cena: MS Roof Garden
Justo frente al hotel está MS Roof Garden, un rooftop ideal para cenar y disfrutar de un buen trago. Tiene una vista espectacular al Acrópolis, y se pasa muy bien ahí. Cuenta con elevador y es cómodo para ir en silla de ruedas. ¡Nos gustó tanto que fuimos dos veces!
Día 3: Salida
¿Recuerdan que les conté que me fui por 10 días y visité varios lugares? Pues llegó el momento de tomar un avión hacia Santorini, donde pasé 4 días y 3 noches. Después terminamos en Mykonos por 3 días y 2 noches, pero de eso les hablaré en otro blog. Por ahora, quiero contarles que después de Mykonos regresamos a Atenas y nos quedamos un día más porque teníamos algo pendiente.
Último día: Regreso a Atenas
Experiencia: Dinner in the Sky
Nos quedamos un día más en Atenas antes de regresar a Puerto Rico porque no podíamos perdernos la experiencia de cenar en las alturas, disfrutando de vistas panorámicas de la ciudad y del atardecer. Esta cena la reservamos con mucho tiempo de anticipación y personalmente, fue uno de mis momentos favoritos del viaje.
Accesibilidad: El lugar es accesible, aunque para subirme a la plataforma necesitaron cargarme. Si eres vegano o hay algo en el menú que no te guste, puedes contactarlos directamente para que hagan los ajustes necesarios. Lo mejor de todo es que el vino es ILIMITADO.
¡No te puedes perder esta experiencia!
Viajar en silla de ruedas puede parecer algo complicado, pero con una buena planificación, ¡todo es posible! No permitas que las dudas o los obstáculos te detengan. Grecia, fue un sueño que logré cumplir, y tú también puedes hacer realidad el tuyo. Planifica con anticipación, investiga, busca alternativas, y verás que el mundo está lleno de posibilidades esperando por ti.
Tu silla de ruedas no es un límite, sino tu aliada en esta aventura que te llevará a lugares inolvidables. ¡El mundo es tuyo, lánzate a explorarlo!
¡Un abrazo!
(Este escrito es totalmente basado en mi experiencia personal y mis limitaciones físicas)
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